
Limitar, obligar, u opinar continuamente sobre el dibujo de un niño es el error más grande que podemos cometer. Lo que reside en su imaginación debe ser libre. Si eso no ocurre será difícil que un niño exprese, a través de sus dibujos, lo que siente en su interior. El papel de los padres es muy importante a la hora de interpretar los dibujos. Si ellos acompañan la evolución de su hijo es más probable que sean ellos los que noten o perciban algún cambio en sus dibujos, si es el caso. Pero solo un especialista en la interpretación de dibujos puede sacar conclusiones fiables. Claro que existen pistas básicas con las que se puede analizar un dibujo, pero no son nada concluyentes. Los padres pueden ver, asustarse, e incluso impresionarse por algún dibujo, pero no pueden comprender su significado.